Erradicando “Yo creo…” de las juntas.

Adrian Solca
4 min readMar 10, 2020

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Photo by Ran Berkovich on Unsplash

A todos nos ha pasado. Siempre llega el momento en toda junta, reunión, retroalimentación o planeación en dónde se escucha un “Yo creo que eso no va a funcionar” que generalmente viene de alguien que, desafortunadamente está en una posición de afectar lo que va a funcionar y lo que no.

“Yo creo” es sin duda una de las frases más problemáticas que podemos enfrentar, no solo como Diseñadores, sino como meros integrantes de círculos sociales. “Yo creo” explota todos nuestros sesgos, todas la ideas reales o irreales que tengamos y las proyecta e impone en los demás. Para algunos parece la simple expresión de una opinión, pero en algunos contextos es tan tóxico como estornudar en una sala estéril de un hospital.

Para demostrarlo, un ejemplo:

En esta gráfica aparecen 3 sets de datos:

  1. Las principales causas por las que la gente muere.
  2. Las causas de muertes más buscadas en Google.
  3. Las causas de muerte más reportadas en los medios.

De estas 3 gráficas podemos notar que, los infartos son responsables de 3 de cada 10 muertes. Sin embargo menos de 1 de cada 20 personas está preocupada por esa causa de muerte.

Si tu le preguntas a alguien cuál piensa que será la causa de su muerte, muy probablemente te dirá que “Él o ella cree” algo que no representa una estadística objetiva y real.

“Yo creo” aplica todos los sesgos que nos hacen estar seguros de que nuestra opinión es más válida que data representativa. “Yo creo” es lo que está detrás de las decisiones tomadas con una opinión o perspectiva personal, no de datos y análisis bien comprendido y justificado.

Lo que más me molesta del “yo creo” es que la gente que suele decirlo, es la que está menos interesada en asumir la responsabilidad en caso de que lo que “creen” esté equivocado. Empresas completas toman decisiones importantísimas de mercado porque alguien desde una posición de poder “cree” que es la decisión correcta, pero es la gente encargada de implementar esa creencia, que para sorpresa de nadie nunca arroja resultados y es la gente de abajo la que termina recibiendo el impacto negativo, porque el que “cree” va a estar convencido de haber tomado la decisión correcta, entonces son los demás los que deben estar ejecutando su visión de manera equivocada.

“Yo creo”, más que hacerte sonar como líder, te hace sonar incompetente, irracional, improvisado. “Yo creo” es una frase tan tóxica como “siempre lo hemos hecho así” o “somos una empresa tradicional”. Mejor sé transparente con tu equipo y di “no tengo idea”, “no tengo información pero quiero hacer esto” o “no entiendo la data, así que adivinaré”.

Es tan absurdo como ir al doctor y esperar que el doctor, sin consultarte, sin ver estudios, sin nada te diga “pues yo creo que lo que tienes es pancreatitis.” O si le llevaras tus estudios de laboratorio y te dijera que no le hicieras caso y que lo que realmente tienes es lo que el “cree” que tienes.

Pero, entonces ¿Qué decimos?

“Los datos nos arrojan que…”, “Tenemos evidencia que apunta a…”, “El último análisis nos permite ver…”. Hay muchas maneras de expresar que lo que quieres es tomar una decisión que esta respaldada en lo que escuchaste decir a un usuario o algo que leíste en un reporte. La frase es lo de menos, lo trascendente es lo que implica: “Tengo evidencia que respalda una decisión estratégica, estoy haciendo un lado mis sesgos y opinión personal y estoy abierto a seguir un camino porque hay datos que apuntan a que en esa dirección hay que avanzar”

No eres un líder por tomar la decisión, tomar decisiones es fácil. Eres un líder porque eres el concentrador de varios puntos de información, porque puedes ver las implicaciones y el impacto de tomar una decisión. Tomar una decisión fundamentada en datos es lo que no es fácil, discernir información de calidad por encima del ruido, identificar patrones, ver oportunidades dónde otros ven errores. No es tu trabajo tomar decisiones, es tu trabajo entender por qué las tomaste y que tu equipo comprenda esa visión.

Algo muy importante, es que no estoy diciendo que esté mal tener opiniones. Pero las opiniones no son datos, y mientras que es válido recibir consejo, asesoría y opinión de EXPERTOS en el tema, un verdadero experto siempre te va a aclarar que algún comentario o consejo es su opinión profesional.

Basta. Basta de “yo creo”. Ya estamos grandes, ya tenemos suficiente madurez, datos y capacidad de análisis cómo para seguir fomentando la cultura de liderazgo del patrón con las corazonadas que decide todo. O tienes datos, o no tienes nada. Punto.

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