La crisis en Diseño y UX ¿Qué significa ser UXer en 2024?
Este año no ha dejado de dar sorpresas. Herramientas de Inteligencia Artificial, recortes en muchas empresas, gente que no encuentra trabajo, pero al mismo tiempo una demanda sin prescendetes de talento latinoamericano cubriendo espacios liberados en otras geografías ¿Qué es lo que está pasando en Diseño y UX y qué es lo que nos deparan los siguientes años? En este programa hablaremos un poco de eso
Hoy quiero hablar de algo que, si estás en el mundo del diseño UX o UI, probablemente hayas escuchado en los últimos meses: la supuesta crisis que estamos atravesando. Entre despidos masivos, un mercado laboral cada vez más competitivo y una ola de practicantes que no parecen estar realmente preparados, ¿estamos viendo el fin de esta disciplina tal como la conocemos? ¿O es simplemente una percepción amplificada por la incertidumbre económica y tecnológica en la que vivimos?
En este episodio, vamos a analizar si realmente existe una crisis, cuáles son los factores que la están amplificando y, sobre todo, vamos a hablar de algo que parece incomodar mucho: el talento emergente y su preparación. También vamos a abordar el tema de las empresas y su supuesto enfoque ‘centrado en el usuario’, que en realidad está más orientado a maximizar beneficios financieros. Así que, si te interesa este debate, quédate conmigo durante los próximos minutos.
Layoffs y la complejidad del ambiente laboral
Primero, hablemos de los layoffs. Es imposible ignorar los despidos masivos que han afectado a grandes y pequeñas empresas tecnológicas. Google, Meta, Amazon… la lista es larga. La incertidumbre económica global y el hecho de que muchas empresas se ‘inflaron’ en tiempos de pandemia han llevado a una corrección brutal.”
Pero aquí está el punto clave: ¿realmente esto es una crisis para el diseño UX/UI o es una crisis generalizada en la tecnología? En mi opinión, la crisis del diseño ha sido más una consecuencia de una burbuja que estalló. Durante años, el diseño fue visto como una panacea para cualquier producto o servicio. Las empresas contrataron en masa sin necesariamente entender cómo integrar efectivamente estos equipos de diseño en sus procesos de negocio.
El problema es que ahora, en tiempos de incertidumbre, el diseño suele ser de las primeras áreas en verse afectadas. ¿Por qué? Porque a menudo no hemos sabido justificar nuestro impacto en los resultados financieros. Y esto nos lleva al siguiente tema: el mercado laboral y los practicantes.
La Preparación de los Practicantes
Ahora, hablemos del mercado de practicantes, que es un tema delicado pero necesario. Honestamente, muchos practicantes no están preparados para el mundo real. He visto portafolios que no cuentan una historia clara, CVs que están más enfocados en habilidades técnicas sin ningún contexto de aplicación real. Y luego está el tema de las entrevistas: muchos candidatos simplemente no saben explicar su trabajo ni cómo contribuyen a los objetivos más amplios de una empresa.
¿Por qué está pasando esto? En parte, creo que se debe a la proliferación de bootcamps y programas de formación que prometen convertirte en un diseñador en tres meses. No estoy diciendo que todos sean malos, pero muchos de estos programas no preparan a las personas para el contexto real de trabajo. En el mundo del diseño no se trata solo de hacer pantallas bonitas o de saber usar Figma. Se trata de entender el negocio, de saber cómo diseñar soluciones que realmente resuelvan problemas tanto para el usuario como para la empresa.
Y esto nos lleva a otro tema crucial: los practicantes a menudo no entienden que el trabajo de diseño dentro de una empresa es mucho más que aplicar metodologías de diseño centrado en el usuario. Hay un balance constante entre las necesidades del negocio y las necesidades del usuario, y muchas veces esas dos cosas no están alineadas.
El Desconecte con las Empresas: Negocios vs. “Centrado en el Usuario”
Y aquí llegamos a una verdad incómoda: muchas empresas hablan de ser ‘centradas en el usuario’, pero en realidad están centradas en maximizar beneficios financieros. Esto no es algo nuevo, y tampoco es necesariamente malo. Después de todo, las empresas existen para generar ingresos. Pero el problema es que, como diseñadores, muchas veces no hemos sabido influenciar que esos beneficios sucedan a través de experiencias satisfactorias y útiles para los usuarios.
Esto es algo que no solemos admitir, pero el diseño ha fallado en demostrar su valor estratégico. A menudo seguimos enfocados en mejorar métricas como la satisfacción del usuario o la usabilidad, que son importantes, claro, pero no hemos sabido vincular esos resultados a los objetivos financieros de la empresa. No hemos sabido hablar el lenguaje del negocio.
Lo que deberíamos estar haciendo es demostrar cómo una buena experiencia de usuario impacta en el bottom line: más retención de clientes, mayor conversión, menos costos de soporte. Si no podemos hacer esto, seguiremos siendo una disciplina vista como ‘agradable de tener’, pero no esencial. Y ahí es donde el diseño pierde relevancia en momentos de crisis, como los que estamos viviendo.
¿Crisis Real o Transformación?
Entonces, ¿estamos en una crisis real? En mi opinión, estamos en un momento de transformación. El diseño tiene la oportunidad de redefinirse, de demostrar su valor más allá de la estética y la experiencia del usuario, y de convertirse en una función estratégica dentro de las empresas. Pero para que eso ocurra, tanto los diseñadores experimentados como los practicantes deben mejorar su preparación, aprender a hablar el lenguaje del negocio y, sobre todo, entender que el diseño no existe en un vacío centrado únicamente en el usuario.
Si logramos hacer esto, creo que el futuro del diseño UX y UI es brillante. Pero si seguimos enfocados solo en mejorar interfaces sin tener en cuenta el impacto en los objetivos del negocio, entonces sí, puede que estemos en una crisis más profunda de lo que pensamos.